Colegio Médico insiste en cierre del galpón de los Luksic en Antofagasta y debate seguirá radicado en el Tribunal Ambiental

Parte de la ofensiva de la asociación gremial ha sido enfrentarse con el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) por la estructura de Antofagasta Terminal Internacional (ATI). Esto pues la organización acusó que la valoración del proyecto se fraccionó (en un ferrocarril, la operación de Sierra Gorda y del galpón) no pudiendo medir adecuadamente sus efectos en el medio ambiente.

El Colegio Médico busca poner término definitivo al funcionamiento de una de las operaciones claves de la mina Sierra Gorda en Antofagasta, el galpón del grupo Luksic en la ciudad que recibe mineral del yacimiento. La ciudad de tradición minera ha iniciado un debate por el material particulado que esta y otras intervenciones de la zona pueden perjudicar la salud de la población.

Parte de la ofensiva del Colegio Medico ha sido enfrentarse con el Servicio de Evaluacion Ambiental (SEA) por el galpón en cuestión del grupo Luksic. Esto pues el gremio acusó ante el Tribunal Ambiental de Antofagasta que la evaluación ambiental del proyecto se fraccionó (en un ferrocarril, la operación de Sierra Gorda y del galpón) no pudiendo medir adecuadamente sus efectos ambientales.

La agrupación indicó “Su satisfacción por la reciente decisión del Tribunal Ambiental de Antofagasta, que determinó rechazar la excepción de incompetencia absoluta opuesta por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), en la causa rol R13-2018, que enfrenta al gremio médico y el ente estatal, manifestó el Colegio Médico de Chile Regional Antofagasta. Según el equipo de abogados del gremio médico, dirigido por la abogado Trissy Figueroa, la decisión implica que el Tribunal Ambiental, es plenamente competente, para conocer la reclamación interpuesta por el Colegio Médico, en contra del Galpón del Grupo Luksic en Antofagasta”.

El debate en torno a la operación del galpón de ATI en Antogasta ha ido subiendo de tono. Ante las acusaciones del colegio médico que persiguen el cierre de las operaciones de este galpón, parte de la actividad de la minera Sierra Gorda, y que aseguran que existen “altas concentraciones de metales pesados, que han sido detectados por los facultativos de 2014 a la fecha y que incluso han contado con la confirmación del propio Instituto de Salud Pública (ISP) y también por las autoridades de salud mediante casos de niños y trabajadores contaminados, que han dado paso a un largo prontuario de sanciones ambientales y sumarios sanitarios contra la firma, además del traslado de un jardín infantil”, ha sido el propio Andrónico Luksic el que hace algunas semanas salió a aclarar parte de las imputaciones.

“Si el Puerto de Antofagasta está contaminado, la autoridad debe cerrarlo ya”, señaló Andrónico Luksic a través de una declaración pública en sus redes sociales. “El dueño del puerto es el Estado de Chile y Antofagasta Terminal Internacional (ATI) es su concesionaria. Por lo tanto, es la autoridad la que debe tomar esa decisión y si así lo resuelve, lo acataremos con todos los costos que esto implica”, dijo en su momento. El empresario añadió que “antes de la concesión el mineral se acopiaba al aire libre. Hoy no solo las operaciones del puerto son 100% herméticas, sino que también las de transportistas, mineras y Empresa Portuaria de Antofagasta (EPA).

El colegio médico ha añadido estudios que indican efectos nocivos en la población por la contaminación y es partidario de que no se siga utilizando este terminal. “Por todo eso, como Colegio Médico, manifestamos que no es bueno seguir utilizando el puerto de Antofagasta, para este tipo de cargas metálicas poluentes. No pueden existir trasvasijes y ya llegó el momento de acabar con esta amenaza a la salud, dado que un negocio, por muy lucrativo que sea, no puede ser llevado adelante, si con eso sacrificamos a toda una comunidad, que posee el derecho constitucional a un medio ambiente libre de contaminación y a su salud”, manifestó el Presidente del Colegio Médico Regional Antofagasta, Dr. Miro Bolados.

La empresa, por su parte, participó de un Acuerdo de Producción Limpia que ha perseguido minimizar los efectos del transporte de material en la zona. Dentro de las medidas se cerraron los dos galpones más antiguos.

En todo caso, a juicio de Luksic el problema no se erradica con el cierre del puerto. “Pensar que eliminando el puerto se acaban los problemas de contaminación en Antofagasta es miope, más aún cuando está sobre la mesa un lamentable problema multifactorial, de larga data y complejo, que va mucho más allá de una empresa. Antofagasta nació como un campamento minero. El puerto existe desde el acta de fundación de La Chimba, del 22 de octubre de 1868, cuando la ciudad era boliviana y desde entonces se acopió y transportó concentrados sin ningún resguardo”, manifestó en su minuto.

El Colegio médico ha dicho que Antofagasta presenta además una tasa de incidencia de cáncer de 246 personas afectadas por cada 100 mil habitantes, la más alta del mundo y de todo Chile, lo que fue provocado, por el consumo de agua potable con altos niveles de ársenico, entre 1958 y 1970, generando que la población local cuente con una alta susceptibilidad de cáncer, y principalmente de cáncer pulmonar, que hoy se evidencia, en un mapa elaborado por los propios médicos colegiados, con datos del Centro Oncológico de Antofagasta. Lo anterior, según el Colegio Médico de Chile, no se condice con la instalación de un almacén de concentrado polimetálico en pleno centro de Antofagasta.

Desde la empresa detallaron que ATI siguió en su momento todo el proceso ambiental y aprobó con todos los antecedentes sobre la mesa y de acuerdo a la institucionalidad vigente. Asimismo agregaron que “la contaminación en Antofagasta es de larga data. Antes de que el puerto se concesionara, se hacía acopio al aire libre de concentrados minerales. ATI, como parte de la concesión que opera por mandato del Estado de Chile, construyó las primeras bodegas con presión negativa para confinar estas cargas. Hoy ambas bodegas han sido reemplazadas por el RAEC (Recepción, Acopio y Embarque de Concentrados), que cuenta con tecnología de última generación y el sistema que permite recibir contenedores de volteo que llevan la carga directo a la bodega del buque, lo que además considera sistema de supresión de polvo”.

Con todo, el haber fraccionado el permiso ambiental será un asunto de debate entre el Colegio médico y el SEA, en esta instancia que por ahora no involucra directamente a la empresa, continuará su debate en el Tribunal Ambiental.

 

Fuente: www.elmostrador.cl

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