Teletrabajo: un tema relevante en la minería. Opinión: Claudia Orellana, Presidenta FESAM

Opinión de Claudia Orellana, presidenta de FESAM.

El teletrabajo se ha vuelto un tema relevante en la minería. Estudios recientes indican que como consecuencia del Covid-19 se ha reforzado y acelerado la agenda digital y que el distanciamiento social ha hecho necesarias estrategias de trabajo a distancia a largo plazo.

Es un hecho que estas nuevas formas de trabajo traen consigo algunos beneficios como: calidad de vida, pues permitiría equilibrar la vida en nuestro hogar con la laboral; menos estrés, pues reduce los tiempos de traslado, pensar en cómo ir vestido de acuerdo al clima del día, llegar a una oficina tal vez no muy linda o compartir con colegas que tal vez nos estresen; mejor movilidad, pues disminuyen los desplazamientos de las personas a un mismo horario, lo que beneficia a la ciudad descongestionando las calles; mayor productividad, pues trabajar desde sus hogares hacen a las personas más felices, lo que las haría más receptivas y dispuestas a mejorar sus resultados; reducción de costos, ya que las empresas ahorrarían en infraestructura, movilización, alimentación, etc.

La “Ley de Teletrabajo” abarca varios aspectos de esta nueva modalidad de trabajo, por ejemplo, la irrenunciabilidad de los derechos laborales. Se estableció el derecho a la desconexión (12 horas continuas); la obligación de la empresa a proveer equipos, herramientas y materiales para las funciones a distancia; y la reversibilidad del pacto de teletrabajo en los casos en que se haya acordado con posterioridad al inicio de la relación laboral; entre otros.

En AMSA como en otras empresas, se generaron Anexos de Contratos que enmarcan estas nuevas formas de trabajar. Sin embargo, se trata de un cambio cultural. Hasta ahora sabemos que muchos de nuestros colegas trabajan sin descanso y que están lejos de un equilibrio entre el hogar y el trabajo, que en el caso de las mujeres se ve más complejo por la doble presencia. 

En tiempo de pandemia, trabajar desde la casa, cuando los niños no están en el colegio, cuando nuestras parejas están a su vez, también cumpliendo labores de teletrabajo, cuando no tenemos una infraestructura adecuada, como una oficina para trabajar; se hace a veces inmanejable. 

Creemos que es necesario que las empresas cambien de estrategia y empoderen a los supervisores que cumplen funcionen a distancia, que capaciten a los ejecutivos sobre el espíritu de esta ley y nuestros derechos, hacer cumplir las jornadas establecidas por contrato, así como las horas de desconexión y descanso.

Como supervisoras y supervisores, vemos con preocupación que el bienestar de los trabajadores, su salud mental y su satisfacción general, pueden estar en riesgo. Es nuestro deber velar por el cumplimiento de las condiciones pactadas. Al respecto, AMSA y FESAM conformaron una comisión que se encargará de realizar el seguimiento a este desafío, las Nuevas Formas de Trabajo.

FUENTE: reporteminero.cl

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