Estudio de Cochilco señala que que el consumo eléctrico en la minería del cobre crecer de 25,0 TWh en 2020 hasta 33,4 TWh en 2031,un alza de 34%.
El biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, y el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Marco Riveros, inauguraron hoy la conferencia “Estado Actual y Perspectivas del Consumo de Energía en la Minería del Cobre”, organizado por Cochilco.
Durante su intervención, el biministro de Energía y Minería señaló que ante el mayor consumo de energía que requerirá el sector minero para producir cobre las empresas han incorporado de manera creciente energías limpias en sus procesos.
“Las mineras han ido integrando energías limpias en sus operaciones e incluso algunas han renegociado sus contratos eléctricos para utilizar este tipo de suministro y a precios más convenientes. Es más, para 2023 se espera que el 63% de las necesidades de energía eléctrica de la minería del cobre provengan de fuentes limpias” señaló la autoridad de Gobierno.
Agregó que “el uso de energías renovables como fuente de suministro y una disminución gradual de los precios de la energía eléctrica se están complementando con una mayor eficiencia energética. Además, en los próximos años, irá aumentando la desalinización de agua para consumo minero, lo que requerirá un mayor uso de electricidad. Esto representa una oportunidad para Chile, por las sinergias que presentan el sector energía y el minero: aproximadamente el 30% del costo final del agua desalinizada es explicado por el costo de la energía. Esto implicará que veremos un mayor desarrollo de la desalinización de mano con la reducción de los costos de la energía”.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Marco Riveros, señaló que es fundamental que las empresas integren la innovación en sus procesos para ser más competitivas dado el alto costo que significa el consumo de energía.
“La innovación es un desafío inmediato, ya no es futuro. Nada estimula mejor la voluntad, el esfuerzo, que una necesidad ineludible. A través de este trabajo, queremos transmitir la urgencia que esto demanda y tomarlo como un aporte desde lo público. Además permite hacer comparaciones, determinar secuencias y colaborar a que las decisiones que se toman en esta materia sean las más apropiadas para el desarrollo y el futuro de esta industria. No tenemos ninguna duda, una vez más, que la minería va a ser la vanguardia de desarrollo de nuestro país”, señaló el vicepresidente ejecutivo de Cochilco.
Presentación
Los analistas Rosana Brantes y Andrés González expusieron sobre la situación actual y futura del consumo de energía en la minería del cobre, así como de las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) del sector.
Respecto a las perspectivas de consumo eléctrico señalaron que se prevé que al año 2031 este crezca desde 25,0 terawatt/hora (TWh) en 2020 hasta 33,4 TWh, lo que se atribuye al alto consumo del proceso de concentración de cobre, que actualmente demanda cerca del 54% de la electricidad del sector.
La desalación e impulsión de agua de mar es otro proceso altamente demandante de energía. Se prevé que el consumo eléctrico pasará de 1,7 TWh en 2020 a 3,5 TWh en 2031, convirtiéndose en el segundo proceso de mayor intensidad de consumo eléctrico.
A nivel regional, Antofagasta, en línea con su alta producción y las cuantiosas inversiones mineras a materializarse en los próximos años, seguirá concentrando más de la mitad del uso energético, pasando de 13,3 TWh (53% del consumo eléctrico cuprífero nacional) en 2020 a 17,0 TWh (51%) en 2031.
La energía eléctrica es un insumo estratégico para la minería del cobre. De acuerdo a estimaciones del Observatorio de Costos de Cochilco, su uso representa alrededor del 8% de los costos operacionales de la gran minería del cobre nacional. Así también, tiene un alto impacto en el consumo eléctrico del país. En promedio, en los últimos 15 años, la minería del cobre ha tenido una participación de un tercio en el consumo nacional de energía eléctrica, situación que se explica en gran parte por la progresiva caída de las leyes de cobre, que responde al envejecimiento de las minas y al incremento en la dureza del mineral; al creciente uso de agua de mar; y a una mayor producción de concentrados de cobre, que tiene un uso intensivo de energía eléctrica.
Tras las presentaciones, se realizó un panel en el que participaron el jefe de la División de Políticas y Estudios Estratégicos y Ambientales del Ministerio de Energía, Carlos Barria; el gerente de Estudios del Consejo Minero, José Tomás Morel; y el director de Estudios y Políticas Públicas, Jorge Cantallopts.
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FUENTE: cochilco.cl